Rum Cay, la “Bella durmiente” de las Bahamas

Rum Cay

Rum Cay es uno de tantos paraísos con los que podría deleitarnos las Bahamas. No obstante, su particular sobrenombre “La Bella durmiente”, nos sugiere una isla que poco ha tenido que ver con la civilización. Un lugar casi desierto que cuenta con una impresionante naturaleza. Una isla lejos del turismo, marcada por la tradición y por la extraordinaria calidad de sus aguas.

Esta isla está ubicada a unos treinta kilómetros de distancia de la isla de San Salvador. Es plana, contando con una altura máxima de unos 37 metros. Además, en su interior podremos observar un lago de agua salada conocido como Lake George.

Rodeada por hermosos arrecifes de coral, la isla cuenta con unas dimensiones pequeñas y encantadoras. Así, cuenta con unos 78 km2, 15 km de largo por unos 8 kilómetros de ancho aproximadamente. Manejable y perfecta para disfrutar de una jornada inmersos en la naturaleza más salvaje.

Aunque los indios Lucayas bautizaron esta isla como Mamana, cuando Cristóbal Colón llegó a América en 1942 (siendo esta isla la segunda que pisó), la rebautizó como Santa María de la Concepción. No obstante, algunas leyendas locales aseguran que con el tiempo, un grupo de exploradores españoles encontraron un barril de ron varado en una orilla y le cambiaron el nombre a Rum Cay.

Lo cierto es que los españoles no hicieron mucho por esta isla ni por sus habitantes, pues sufrió el exterminio de todos los indígenas y fue convertida en un centro de esclavos.

En la actualidad está casi despoblada, con una comunidad que se aglutina en una zona llamada Port Nelson. No superan los 40 y viven tranquilamente al margen del mundo, en su pequeña burbuja natural.

Está considerada como uno de los secretos mejor guardados de las Bahamas, repleto de arrecifes profundos ideales para descubrir nueva y colorida vida. Considerada como refugio de piratas, bucear en esta isla puede ser una de las actividades más placenteras que podamos realizar. No obstante, también es posible divertirse en la orilla, tomando el sol y observando su particular vegetación.

A partir del 2013 el puerto se cerró. Aun se permite el atraque libre, pero no contaremos con ningún tipo de servicio. Tan sólo encontramos una casa de huéspedes y las casas de algunos de los habitantes que se encargarán personalmente de que nuestra estancia se convierta en una delicia gracias a su hospitalidad.

PARA SABER MÁS

Foto vía: theharryparker.com



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Categorias: Islas Bahamas, islas del caribe


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