Cómo los cruceros evitan los huracanes en el Caribe

Crucero en tormenta

Hemos hablado en algunas oportunidades sobre la temporada de huracanes en el Caribe, algo que es mejor evitar si pensamos en disfrutar de unas merecidas vacaciones. La temporada va del 1 de julio hasta el 30 de noviembre y la actividad más fuerte puede darse desde agosto a octubre.

Lluvias, tormentas y vientos fuertes pueden transformar las vacaciones en una pesadilla ya que un año promedio se registran entre ocho y diez tormentas de las cuales dos tercios tienen todas las chances para convertirse en verdaderos huracanes.

Salvo que te vayas a una isla o hagas un crucero por fuera del llamado «cinturón de huracanes» es posible que sientas algo de estas tormentas. No te preocupes, que si estás en un barco hubo, hay y habrá mucha gente pendiente de eso: desde el personal de la empresa, pasando por metereólogos hasta la tripulación del crucero. Todos ellos planean con anticipación buscando minimizar el impacto de las tormentas en el viaje de placer de sus pasajeros. ¿De qué forma?

En primer lugar con información. La idea es que el crucero por el Caribe nunca toque un ruta de tormenta y no es algo improvisado sino que se piensa incluso antes de dejar el primer puerto. Hay radares que funcionan con modernos satélites y equipo de última generación para saber qué rutas tomar y cuáles no y si es necesario, pues cambiar el rumbo.

Esto último es muy frecuente ya que la idea es no cruzarse en el camino de una tormenta pero tampoco en su estela. ¿Por qué? Pues después del paso de una el lugar, pueblo, playa, puerto, ciudad, no queda muy «turístico» que digamos. Si no hay electricidad, por ejemplo, el crucero amarra en otro puerto o se queda anclado en alta mar, en aguas más calmas.

También es probable que el capitán del barco haga el camino a la inversa, el mismo itinerario pero hacia atrás, o que directamente se cambie por completo la ruta y los puertos a tocar. ¿Y qué pasa si la tormenta en cuestión no se comporta como se espera? Pues los barcos están preparados para escapar.

Piensa que un huracán típico puede soplar a 10 nudos pero los motores de un crucero pueden doblar esa velocidad. Pero, de todas formas, no quieres que cambien tus vacaciones, no quieres ponerte el chaleco salvavidas ni sufrir mareos. Tu quieres disfrutar de puerto en puerto así que lo mejor es reservar fuera de esta temporada. Si no tienes otra opción, entonces, ¡suerte!

Foto: vía Lauries Shifrin Designs



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