Fiona y Hildur, bucear en Granada
Una de las mejores actividades que podemos hacer en el Caribe es bucear. En muy pocos lugares del mundo las aguas son tan cristalinas, tan cálidas y con tantas maravillas. Prácticamente en todas las islas caribeñas el buceo y el snorkel protagonizan la oferta de deportes acuáticos así que no dejes pasar la oportunidad de disfrutar un poco de eso.
En el caso de Granada, un pequeño estado insular cerca de Venezuela y Trinidad y Tobago, puedes sumergirte en un mundo de maravillas. Aquí hay muchos tesoros sumergidos y mucha vida marina para disfrutar mascarilla mediante.
Hay arrecifes hermosos, muros y naufragios por doquier, sumergidos en aguas de color entre azul y verde, todo alrededor de Granada y Carriacou. Hay aquí mas de 30 sitios de submarinismo, con una visibilidad de entre 30 y 100 pies.
El mejor barco para bucear entre sus restos es el Bianca C, uno de esos antiguos cruceros italianos de lujo que se hundió en los años ’60, pero no es el único y podemos contar con un par de decenas de sitios interesantes, entre naufragios y maravillas naturales. Uno de ellos es el naufragio del Fiona y otro es el Hildur.
El Fiona es una buena oportunidad para bucear en aguas tranquilas, si no tienes mucha experiencia pero quieres ver algo más que peces de colores. Es una barcaza de metal, no muy grande, pero que descansa graciosa en el lecho marino como si una mano delicada la hubiera sumergido hasta allá abajo. Tiene corales y abundan las anémonas y las babosas de mar.
Otro de los barcos hundidos aquí en Granada es el Hildur, una nave de carga que fue deliberadamente colocada en su lugar para generar un arrecife. Salió de la laguna en St. Georges en 2007 y se la re colocó en Gran Mal Bay y desde entonces se ha vuelto un popular lugar de encuentro para barracudas y peces espada. Pero está a una profundidad mayor que el Fiona (35 metros), así que solo llegan buzos avanzados.
Foto: vía Grenada
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