Una caminata histórica por St.Thomas

cinnamon bay

Si los Países Bajos, Francia e Inglaterra tienen sus pies puestos en el Mar Caribe, ¿cómo no iba a tenerlos Estados Unidos cuando geográficamente está tan cerca? Bueno, además de la influencia económica, política y militar que ejerce sobre los estados lo cierto es que tiene algunas islas propias y ellas forman las Islas Vírgenes estadounidenses.

Una de ellas es la popular St. Thomas, una isla que primero fue colonizada por los holandeses y en donde funcionaron muchas plantaciones de azúcar con mano de obra esclava, tanta que se convirtió en el corazón del trafico de esclavos en el Caribe.

Cuando en el siglo XIX el comercio de azúcar ya no fue tan prospero la isla empezó a declinar pero su posición seguía siendo tan estratégica que Estados Unidos terminó comprándola en 1860.

cementerio holandes

Para conocer parte de esta historia colonialista que os acabo de contar y además admirar al mismo tiempo la belleza natural de St. Thomas los turistas que llegan a la isla pueden hacer varias caminatas. Una de ellas es la Caminata Cinnamon Bay, un sendero que podemos recorrer solos ya que es relativamente corto, plano y con sombra. Es una buena manera de conocer el interior de la isla sin someterse a la tortura de una larga excursión.

El sendero cuenta además con varios letreros que lo van señalizando y que brindan información histórica y natural acerca del lugar. El primer kilómetro comienza en la carretera North Shore sobre la entrada al campamento de la bahía de Cinnamon y nos lleva derecho a un viejo molino de azúcar y a una fábrica de ron. Desde allí recorre un círculo que rodea el bosque y emerge por detrás de la carretera hasta las ruinas de una vieja residencia señorial.

Entre estas ruinas hay columnas, muros, salones y almacenes que hablan del tiempo de la plantación de azúcar y la destilería de ron, una industria que fue más exitosa para la isla que la producción de frutas. El sendero se interna después por el bosque tropical de árboles de ron y pasamos por un antiguo cementerio holandés que parece de película de terror, más cuando nos enteramos que la erosión de la tierra termina despidiendo los huesos al mar.

Y bueno, el sendero sigue por el bosque, permite ver árboles muertos, árboles de cacao, mangos de cientos de años y otra residencia señorial más entera. Cuando el sendero termina ya sabemos la historia de esta parte de la isla, antes privada pero hoy convertida en parte de un parque nacional. Y no es el único camino posible, hay tantos que sorprende para una isla tan pequeña.



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Categorias: Islas Virgenes


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